Fernando Romay, mito y embajador del baloncesto español, ha vuelto a pasar unos días en la provincia onubense para comprobar el desarrollo del #KDTINF2022 que acaba de finalizar. "Es un placer venir a Huelva en cualquier momento", comenta el gallego "y confieso que a mí me gusta asistir a este campeonato para disfrutar de Huelva, del ambiente, para ver cómo juegan los chavales pero también por lo que me transmiten los jugadores. La verdad es que tanto este campeonato cadete-infantil como el 'mini' deberían estar recetados por la Seguridad Social porque son una auténtica inyección de ilusión, de ganas y de buen rollo que se contagia a todos los niveles, y es extraordinario ver que cada año va a más". 


El ex internacional español no tiene duda de lo bien que se trabaja la cantera en nuestro país y para lo que sirve este tipo de eventos: "el baloncesto es como los buenos árboles: para poder crecer en altura primero tienen que tener una buena base y muy profunda, y este deporte es como una secuoya; en España, por lo bien que se trabaja la base, realmente es así, ya que evoluciona cimentado por una base, que es la que se forja en campeonatos como éste, donde la formación en todos los sentidos es primordial". 

Con el cierre del telón del campeonato Fernando Romay tiene un claro deseo: "Espero venir a Huelva muchas más veces. Me consta que el presidente de la Federación Andaluza de Baloncesto, Antonio de Torres, y el delegado en Huelva y vicepresidente de la FAB, José Luis Pena, están siempre 'a la caza' de este tipo de campeonatos, y hay que reconocer todo el trabajo que acometen y disfrutar de ellos al máximo porque lo merecen".