Un padre, una hija, un exjugador con una ilusión y una pasión conjunta: baloncesto para todos

Manuel Carlos (Málaga): «Una fatalidad, la enfermedad de mi hija Marina (7 años), una niña con ADN BasketLover, hizo darme cuenta de lo importante que era el baloncesto como terapia para muchos niños a los que el destino hizo una falta antideportiva. Su pasión por el baloncesto era la mejor medicina y de ahí mis esfuerzos porque ni un sólo día dejase de tomarla. En esta travesía por el desierto me encontré con un ser humano excepcional, BERNI RODRÍGUEZ, quien me animó a acompañarle en su gran sueño desde que era jugador: SUPERBASKET. Se trada de un método de entrenamiento inclusivo, adaptado para chicos y chicas con diversidad funcional cognitiva (especialmente TEA- autismo) que les permitiría integrarse en un club deportivo como uno más. Nos pusimos manos a la obra y fundamos Academia 675, con el SUPERBASKET como piedra angular. Todo un éxito, gracias, fundamentalmente, a la pasión y entrega de Berni Rodríguez, que de manera totalmente altruista dirige todas esas sesiones de entrenamiento en Ciudad Jardín; lugar donde comenzó su historia de amor con el baloncesto cuando era un niño, donde nació un BasketLover en estado puro. Pero esto no queda ahí… hoy somos PROYECTO 675, un referente del deporte social y os invitamos a conocerlo»

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