Llegaron para España lo partidos decisivos, en esos en lo que la frontera entre ganar o perder es tan delgada como bien ha recordado Lucas Mondelo. Esos partidos en los que el deseo, las ganas, la intensidad… multiplican por dos las opciones del equipo que las posee. Llegan esos encuentros que tanto le gusta a España jugar y en los que da el 100% para alcanzar el siguiente reto. Llega Letonia tras haber derrotado a la campeona de Europa Serbia, alcanza los cuartos de final con la ilusión por bandera y será el momento de demostrar que a ganas e ilusión España siempre gana.
Letonia llega a estos cuartos tras dar la sorpresa ante Serbia. Una sorpresa a medias en un torneo exprés en el que Lucas Mondelo ya había vaticinado que el nivel de los equipos se equiparaba y que las sorpresas se multiplicaría. Las primeras consecuencias es que ni Serbia, ni Rusia podrán alcanzar uno de los primeros cinco puestos y, por tanto, no estarán presentes el año que viene en la Copa del Mundo.
Comunicado: FEB
Como uno de los equipos con mejor juego de larga distancia –lleva una media de siete triples convertidos por encuentro- Letonia se presenta en los cuartos sin ningún tipo de complejo. Dirigidos por Martin Zibarts, la ‘partida de ajedrez’ previa se ha presentado apasionante también. El seleccionador letón ha sido entrenador ayudante de Lucas Mondelo en el Kursk esta temporada como César Rupérez por lo que el espionaje, el contraespionaje y el espionaje del contraespionaje sobre los gustos de uno y otro, conociéndose tan bien, será uno de los puntos fuertes del choque.
En cuanto a España, con el equipo al completo tras el descanso a Marta Xargay en el último partido de grupos llega al partido con muchas ganas de pasar a semifinales y con las baterías al máximo. Buscan acceder por quinto año consecutivo a unas semifinales, lo que sería un hito histórico y una forma de refrendar una trayectoria impresionante. Para ello, saben que la única forma es ‘morder más’ que su rival. Desde las seis de la tarde, por Teledeporte y en el O2 Arena de Praga, el desenlace.