El árbitro andaluz de 43 años Antonio Conde llegó este domingo a los 500 partidos en Liga Endesa con la ilusión del primer día. "Ha pasado el tiempo muy rápido", asegura, añadiendo que "he disfrutado cada momento"
Medio millar de partidos en la Liga Endesa es una cifra considerable, pero a Antonio Conde se le han pasado en un suspiro. “No me había parado a pensarlo. Parece que fue ayer cuando pité el primero”, dice. Tras empezar a arbitrar a los 17 años y pasar por Provincial, Autonómica, Nacional, EBA y LEB, debutó en Liga Endesa en un Estudiantes-Girona de la temporada 2001-02 en el Palacio de Vistalegre. “En los primeros minutos me temblaban las piernas. El salto fue importante”, rememora.
Conde llegó a los quinientos partidos este domingo en el ICL Manresa-Divina Seguros Joventut de la sexta jornada de la Liga Endesa. El hito le hace echar la vista atrás con una sonrisa en la boca. “He disfrutado cada momento. He vivido muchos episodios bonitos que te hacen sentir orgulloso de tu profesión y tu carrera. Es una recompensa importante y espero seguir sumando”, señala.
De su trabajo, el árbitro andaluz de 43 años valora sobre todo el elevado grado de confianza alcanzado con sus compañeros. “Lo mejor es el sentido de equipo y la total confianza que tienes con ellos. Hay un nivel altísimo de interacción”, describe. Conde, además, destaca la percepción que de la Liga Endesa se tiene en el extranjero: “Cuando uno sale fuera se da cuenta del respeto y admiración que hay por los clubes y por el departamento arbitral, que es referencia en el continente”.
Alcanzados los 500, su siguiente objetivo no es numérico, sino de excelencia personal. “Mi reto es seguir superándome y mejorando. Las nuevas generaciones cada vez están mejor preparadas y el nivel es más alto. Por eso tienes que aprovechar los medios que tienes a tu disposición para crecer. Uno tiene que seguir reinventándose; siempre hay algo en lo que mejorar”, finaliza.
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