68-77 | La Selección U16M cubre de Plata un gran Europeo
Sin perderle en ningún momento la cara al partido ante una Lituania que mostró un gran acierto de cara al aro, la Selección U16M mantuvo intactas sus opciones hasta los últimos compases de una Final en la que llegó la séptima medalla del verano de formación. Una Plata de gran valor para un equipo que fue de menos a más durante todo el campeonato para llegar a acariciar el título. La labor de Mario Saint-Supery, reconocida en el quinteto ideal del Europeo.
ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
En un entorno tan exigente como suele ser una Final y ante un rival tan
potente como Lituania, la Selección U16M sabía que su camino al título
no iba a ser ni mucho menos sencillo. Pese a ello, el equipo de Ángel
Jareño saltó a la pista acompañado de esa actitud de lucha y sacrificio
que les había caracterizado durante todo el Europeo para poder sumar así
la séptima medalla consecutiva del verano de formación.
Todo ello tras 40 intensos minutos de juego que no comenzaron del todo
mal para los intereses de una Selección Española que anotaba sus
primeros puntos de la mano de Mario Saint-Supery para colocarse por
delante (5-6). Aunque poco le duró la alegría al equipo nacional ante
una Lituania muy acertada desde la línea exterior para alcanzar el
primer entreacto por delante en el marcador (25-19). Los lituanos se
gustaban en ataque, especialmente desde el juego exterior y sus altos
porcentajes (4/5) comenzaban a marcar diferencias importantes ante una
España mucho más errática desde el 6,75 (0/9). González Jareño paró el
encuentro y eso ayudo de algún modo a frenar el acierto de una Lituania
que erraba sus primeros tiros ante una España que, pese a sumar su
primer triple, no lograba igualar al descanso (32-46).
Necesitaba la Selección Española un golpe de autoridad tras el descanso
para poder ir a por el partido y este llegó ya desde las primeras
acciones. Porque el cinco inicial de la segunda parte fue capaz de subir
las líneas defensivas para provocar los primeros problemas importantes
del partido en su rival. Primero con una falta antideportiva que
permitía a España el poder tomar un poco de aire y, después, reduciendo
el acierto lituano para ajustar de nuevo el marcador (48-40). Aunque fue
en el último cuarto cuando pudo llegar el gran zarpazo a la final, con
una Lituania que sentía a España cada vez más cerca tras un gran 2+1 de
Rubén Valero (61-58).
El encuentro se ajustaba al máximo y la Selección Española llegó a tener
incluso un par de ocasiones con las que pudo haber empatado el
encuentro, pero en ambas la pelota no terminó de encontrar el camino al
aro. Esto dio oxígeno a una Lituania que, pese a no estar fina en el
tiro exterior, se mostró intratable desde la línea de tiros libres para
cerrar el encuentro (77-68).
El gran cetro mundial ponía así rumbo a Lituania dejando en manos de
España una valiosa plata, la séptima medalla consecutiva de un verano de
ensueño.